Hijomío, presta atención cuando tu padre te corrige; no descuides la instrucción de tu madre. Lo que aprendas de ellos te coronará de gracia y será como un collar de honor alrededor de tu cuello. Hijo mío, si los pecadores quieren engatusarte, ¡dales la espalda! Quizás te digan: «Ven con nosotros. ¡Escondámonos y matemos a alguien!
Túme abrazas con ternura. Y me das tu Bendición, estoy en tu corazón. Que ves en mí, si tanto te he fallado. Tanto te herí, tu siempre me has amado. Que ves en mí, casi olvidé tu nombre. Hoy vuelvo a ti, tu amor nunca se esconde. Que ves en mí, si tanto te he fallado. Que ves en mí, siempre estás a mi lado oh oh oh.Ensancharoncontra mí su boca; Dijeron: ¡Ea, ea, nuestros ojos lo han visto! Tú lo has visto, oh Jehová; no calles; Señor, no te alejes de mí. Muévete y despierta para hacerme justicia, Dios mío y Señor mío, para defender mi causa. Júzgame conforme a tu justicia, Jehová Dios mío, Y no se alegren de mí.
Nomenosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, Ni te fatigues de su corrección; Porque Jehová al que ama castiga, Como el padre al hijo a quien quiere. Proverbios 3:11-12 No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, Ni te fatigues de su corrección; Porque Jehová al que ama castiga, Como el padre al hijo a quien quiere. | Biblia Reina Valera
UuJJT7.